lunes, 2 de abril de 2012

Los defensores de los trabajadores

Hasta ahora la Justicia se había pronunciado en contra de los despidos dictados por Antonio Rodrigo Torrijos durante su etapa como primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla condenando siempre a la institución de la que todavía hoy es representante como portavoz del grupo municipal de IU. Sin embargo, una sentencia de la Sala de los social del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía emitida el 8 de marzo de 2012, a la que ha tenido acceso ABC, lo condena por primera vez directamente a él por acoso laboral y mobbing a una funcionaria de la Gerencia de Urbanismo.

El TSJA lo considera «responsable de la intromisión indebida en cuestiones que excedían de sus competencias» y «el autor material y el inductor directo del acoso laboral sufrido» por la funcionaria, razón por la que el Alto Tribunal andaluz condena «solidariamente» a Urbanismo y, por primera vez, al propio Torrijos «a abonar» a la afectada «la cantidad de 3.000 euros en concepto de indemnización». Es decir, ésta vez no sólo pagarán su acción punible los sevillanos, sino él mismo.
De hecho, la sala entiende que fue clave «la intervención» de Torrijos «al inmiscuirse, mediante órdenes, en la actividad de la empresa con la que mantiene una relación "política" y no jerárquica o laboral». Y es que Torrijos se presentó el día de su cese en el despacho de la funcionaria a las ocho de la mañana para decirle «con un alto tono de voz» que iba a abandonar su puesto en la Oficina de la Bicicleta porque «estaba harto de ella» y por «su falta de apoyo a las decisiones del grupo de Izquierda Unida y a su proyecto político». Cuatro horas después, a las doce, el gerente de Urbanismo, Miguel Ángel Millán, le comunicó por escrito el cese que le había anticipado Torrijos y la funcionaria fue destinada «a un puesto de trabajo en el que no se le asigna función alguna, sin personal a su cargo, inapropiado para su categoría y nivel de jefatura». En todo ello el TSJA ve «indicios suficientes de que su cese y posterior traslado a otro puesto estaba motivado por causas ajenas al ejercicio de sus funciones». Según los hechos probados, la funcionaria se había negado a cumplir las órdenes políticas de cambiar el trazado de un carril bici cuya obra ya había sido adjudicada por concurso con el preceptivo pliego de condiciones. Para reafirmar su posición, la trabajadora solicitó un informe al Servicio de Contratación de la Gerencia para saber si se podía proceder al cambio que le estaban ordenando. Y dicho departamento aseguró que lo que se pretendía era ilegal. Inmediatamente fue cesada. Ella denunció las presiones de Torrijos y el TSJA se sorprende en su sentencia de que «en un asunto tan nimio en relación a un proyecto de tal envergadura como es la implantación del carril bici en Sevilla (...) se inmiscuya el más alto cargo del Ayuntamiento después del alcalde», por lo que cree que tiene que haber "una cuestión personal que lo motive". Además, asegura que se «conduce a la demandante a una situación de ostracismo» y que «el cese y posterior traslado constituyen un ataque permanente y continuo contra su dignidad», por lo que «las acciones que se denuncian en la demanda constituyen un acoso laboral que vulnera su derecho a la integridad física y a la dignidad, y que en ellas tuvo una participación directa e indebida el recurrente D. Antonio Rodrigo Torrijos».
En definitiva, Torrijos, otrora secretario provincial de CC.OO., histórico sindicalista y autor de innumerables discursos públicos sobre la defensa de los trabajadores, tendrá que añadir ahora a su biografía que también es el primer político de Sevilla condenado a pagar de su bolsillo una indemnización por provocar daños morales a una trabajadora a la que, según la sentencia del TSJA, contra la que sólo cabe recurso de casación ante el Supremo, sometió a un constante acoso laboral por no plegarse a sus imposiciones políticas.
Tomado de ABC de Sevilla.

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