La orientadora.

Si yo tuviese a mis hijos en el colegio donde nuestra queridísima ex-alcaldesa, Pilar Sanchez, "trabaja" ya los hubiese trasladado a otro. La razón es muy simple el puesto que ocupa esta buena mujer es el de orientadora.
Si señores, orientadora!
Como cabe en cabeza humana que le hayan dado tal ocupación con sus antecedentes al frente del Ayuntamiento, donde todo lo ha hecho al revés de como debiera. Para orientar a alguien lo primero es saber orientarse uno mismo y este no es el caso.
Esto significa que los puestos no se cubren con las personas mas adecuadas para las funciones que se han desempeñar. Que lo único, por lo menos en este caso, que se ha tratado es dar un puesto cómodo para que esta persona tenga mucho tiempo libre y pueda dedicarse a la política.
Porque yo se de buena tinta que Pilar Sanchez desde hace ya mucho tiempo se había prometido a sí misma no aguantar a los niños, es decir no dar clases. Para ello logró ser admitida en la Delegación de Educación y de allí pasar a la política. Creo que su paso por la Delegación fué funesta para todos, menos para las dietas que cobró. Claro que, al igual que de alcaldesa, se dedicaba en cuerpo y alma a su trabajo, las 24 horas del día, y eso requiere una compensación aunque sea a base de dietas.
Dietas de cobrar no dietas de adelgazar, que de estas últimas tambien es experta.