Galimatías.

Que galimatías hay formado con esto de los mercados, la prima de riesgo, los bonos basura y otros términos de los que la mayoría de los españoles no habíamos oído hablar nunca, y menos aún saber lo que significaban.

Todos los políticos hablan y hablan. Unos dicen blanco, otros negro, otros gris y todos quieren llevar la razón.

Pero lo único que los une es que todos mienten como bellacos. Nadie dice la verdad, todos arriman la sardina a sus ascuas. Pero no solo en España también en Europa mienten y dicen las verdades a medias.

Y esto porqué. Yo creo que lo único que es común a la clase política es el ansia de poder, de estar en el sillón mangoneando a sus gobernados, el tan cacareado estado de bienestar les importa un comino.

El verdadero estado del bienestar se reduce a ocupar un cargo político cuanto más alto mejor. No digo que no existan algunos honrados, pero creo que son muy pocos.

En vez de solicitar tantas comparecencias, criticarse unos a otros, culpar a otros de todos los males pasados, presentes y futuros, hagan algo útil. Busquen soluciones reales a los problemas, pero todos unidos, nada de siglas y partidismos. Creo que los ciudadanos se lo agradecerían y dejarían de ser la lacra que para muchos representa la clase política. Y cuando digo política incluyo también a los sindicatos. Dejen de ganar dinero a espuertas con todas esas triquiñuelas de cursos que dicen que dan y ayuden, de verdad, a los ciudadanos.

Y sobre todo dejen las Cajas de Ahorros, ahora mal llamadas bancos, en manos de personas que sepan de economía, para que las gestionen adecuadamente y no como se ha hecho hasta ahora. Y si algún directivo tiene que ir a la cárcel que vaya, que se lo tiene merecido.